sábado, 13 de abril de 2013

Mi mochila



Si al leer el título, algunos de vosotros habéis gritado arrastrando vuestra lengua por el paladar, al más puro estilo Pocholo, os diré que ¡sois muy jóvenes! y que todavía no habéis sentido lo que pasa cuando al darle a un niño su pelota, o su jugete, éste te responde "gracias señor".
Las primeras veces duele, pero luego lo vas asumiendo, aceptando, e incluso, cogiendo gustillo...

Para los que estamos ya en esa fase, al leer el título, sin duda la imagen que nos viene a la memoria es muy diferente...



Y es que, la mochila, es algo muy innato de los viajeros, o como ahora les ha dado por llamar, los backpakers, mochileros... Pero no sólo de ellos, sino también, y sobre todo, de los montañeros.

Y no me extraña. El otro día, pensaba en mis mochilas, las dos que más horas han pasado conmigo, junto a mi. Y ciertamente, quitando contadas personas, con casi nadie he compartido tantos momentos, tantas aventuras ni tantas intimidades como con ellas...

Y seguro que puede parecer estúpido, y a más de uno le parecerá que de tanto escocés, he perdido la chaveta... Pero creo que mis mochilas (todas, pero especialmente dos, una que todavía esta conmigo, aunque jubilada, y otra, su digna sucesora...) se merecen, o a mí me merecen unas líneas, y unos minutitos de gloria.



Añado: un amigo me ha comentado que a el le pasa lo mismo con sus bicicletas. Y pensando en ello, estoy seguro de que cada uno tiene algo en su vida, que por muy tonto que parezca, para el/ella es muy importante, las razones son propias, y no hace falta explicarlas, pero seguro que algún pequeño objeto, no necesariamente un amuleto, ni nada por el estilo, nos ha acompañado en algunos de los mejores o de los peores, o en ambos, momentos de nuestra vida y aunque sólo sea por eso, es importante para nosotros.
No hay que andar contándolo, ni pretendo que cada uno me desvele sus secretos, pero seguro que si pensáis en ello, algo cobra la importancia que en el fondo se merece, y eso, será importante de valorar...  ¡A pensar! A disfrutar...

Y ahora que tengo nada que contaros, porque la rutina de hacer el indio, durante 19 días seguidos empieza a hacerse dura, creo que este es un tema tan bueno como cualquier otro para que no os olvidéis de mí jejeje

No hay comentarios:

Publicar un comentario