jueves, 21 de febrero de 2013

Coincidencias

Esta noche he salido a pasear a la luz de la Luna,
la noche esta fresca, despejada, sin viento.

Paseando por la orilla del Canal, te siento, casi te intuyo.
La Luna ilumina, pero los árboles oscurecen, y apenas puedo adivinar tu silueta.
La curiosidad es común, tu te acercas a la orilla, y yo tiro piedras para escuchar la reacción.

El canal nos separa, pero nuestras orillas paralelas, enseguida encontrarán tangente.

Avanzo, no puedo esperar, voy a tu encuentro, me quito la capucha... 
no quiero que nada me estorbe para escuchar tu voz.

Nos acercamos...
nos miramos...
nos cruzamos...

Y de repente, nos saludamos.
Mi corazón late a mil por hora, todas mis neuronas están alerta...

¡¡Atención, que habla raro!!

Una vez más, haciendo caso de los consejos, 
intento hablar y pasar el rato con todo aquel que me encuentro.
Pero hoy eres tu, eres especial, de aquí...

¡¡Y con un acento de cojones!!

Además, no haces demasiados esfuerzos por hablar despacio ni claro.
Sin embargo, disfrutas de la conversación como yo.
Me hablas de ti, de tu casa, de porqué estas aquí. 
Yo te hablo de mi, de mis porqués y de mis desvelos.

Luego sacas otro tema, éste me llega al fondo del corazón,
¡¡nos gusta el mismo tipo de música!!
Es normal, la música celta llega, y más aquí.

Me hablas de tu hijo... 
(bueno, todavía no me asusto, yo también tengo una edad y un pasado)
y de tu nieto.



Se nos hace tarde, a ti te esperan en casa, y yo seguiré caminando. 
Bueno Tom, por ahora lo dejamos y ya si eso seguimos ligando otro día.

Por cierto, a los dos nos llamaba la atención que el canal estuviese helado... el cogió un trozo de hielo, y yo tiraba piedras para ver si rompía jejeje. ¿¿Pero qué os habíais pensado guarretes??

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